Escribo esta entrada casi un mes después de la última para hablar de la nueva plataforma de música en streaming impulsada por la gran manzana. No, Manhattan no; Apple.
Apple, como siempre, se apunta tarde al carro de todo, pero al final lo hace, y lo hace a su manera. Esta vez, para mi gusto, una manera complicada y algo alocada.
Y es que yo no me entero de como funciona esa aplicación. Ahora me diréis "es que eres tontita hija" y os diré que a lo mejor si, pero que con Spotify me defendía mucho mejor.
¿Dónde tienes las listas de reproducción? ¿Y tus canciones favoritas? Tienes una pestaña llamada "para ti", en la que entran todas esas canciones a las que alguna vez les has dado "like", pero como te equivoques y le des a un album completo, intentando guardarlo como playlist, estás perdido amigo, porque entonces se te mezcla todo y para qué queremos más.
Apple Music te da tres meses de prueba. Después, te cobra mensualmente 9,99 euros. El mismo precio que Spotify.
No se yo si Apple Music pasará los tres meses de prueba conmigo...
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