Me gusta fotografiar de todo, pero si hay un estilo de fotografía que me gusta por encima del resto, es la fotografía macro. Capturar detalles casi imperceptibles al ojo humano. Y eso no lo puedes hacer de cualquier manera.
Hace unos días, una amiga me dijo que se había comprado un objetivo macro que no le salió nada barato, todo hay que decirlo. El caso es que despertó mi (hasta ahora algo enterrado) interés por la fotografía macro. Como mi economía no es para tirar cohetes, decidí optar por una alternativa más barata que me diese resultados similares a un objetivo macro, así que miré en ebay y terminé comprándome unos tubos de extensión macro.
Éstos tubos van colocados entre el objetivo y el cuerpo de la cámara, y te permite acercarte mucho más al objeto que quieres fotografiar. Más de lo que te permite el zoom de la cámara, claro está.
Ayer por la tarde salí con una amiga e hice algunas pruebas. Estas fotos están sin retocar, solo les he cambiado el tamaño.
La verdad es que quedé encantada con los resultados, pero hay algunos inconvenientes a tener en cuenta que estoy intentando solucionar de alguna forma para que echar fotos macro con estos tubos de extensión no se convierta en un quebradero de cabeza.
El principal inconveniente es que para enfocar el objeto (de forma manual, claro está) tienes que acercarte tanto que casi toques el objeto con la cámara. Y si, la fotografía macro consiste en eso, pero si quieres echar una foto de la copa de un árbol, ¿te tienes que subir a la copa del árbol? Debería ser más fácil que eso.
El segundo inconveniente es que no te deja (o no he descubierto cómo) cambiar la apertura del diafragma, y te la marca a 00, así que solo puedes jugar con la ISO y la velocidad de obturación, y como no juegues bien con eso, te salen movidas. Muy movidas.
Aparte de esos dos detalles, estoy muy contenta con los tubos. Ahora podré estar toooodo el día echando fotos (es broma)
No hay comentarios:
Publicar un comentario