Creo que nunca he visto nada parecido. Rayos, relámpagos, truenos y granizo todo junto, golpeando sobre la persiana y mis oidos.
Vale, lo reconozco, me dan "miedo" las tormentas. A alguien les puede parecer un fenómeno de la naturaleza tan normal como la vida misma, pero a mi, cuando la tormenta llega, me dan ganas de meterme debajo de la cama y no salir hasta que no amaine. Que pena que mi cama tiene cajones y no me puedo meter debajo.
Me han dicho que intente pensar en otra cosa que no sea la tormenta, pero es algo difícil cuando el granizo parece que va a romper el cristal y taladrarte entera.
Lo se, soy exagerada. Quizá muy exagerada. ¡¡¡Pero necesito que pase ya!!!
Vale, lo reconozco, me dan "miedo" las tormentas. A alguien les puede parecer un fenómeno de la naturaleza tan normal como la vida misma, pero a mi, cuando la tormenta llega, me dan ganas de meterme debajo de la cama y no salir hasta que no amaine. Que pena que mi cama tiene cajones y no me puedo meter debajo.
Me han dicho que intente pensar en otra cosa que no sea la tormenta, pero es algo difícil cuando el granizo parece que va a romper el cristal y taladrarte entera.
Lo se, soy exagerada. Quizá muy exagerada. ¡¡¡Pero necesito que pase ya!!!
2 comentarios:
¿Y no es más normal pensar que no hay nada que temer si se está dentro d eun piso en una ciudad? Racionalidad, ante todo, aunque a veces sea difícil.
:P
En estos casos la racionalidad sale por la ventana y la parte un rayo, Dood, que tengo 17 años, soy pequeñita y me azusto... jajajaja.
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