Cuando algo te decepciona

Cuando yo me engancho a una serie de televisión, la idealizo y me cuesta mucho darme cuenta de si, en realidad, me están engañando o no, porque me gusta tanto que me pongo la venda en los ojos para no ver lo que pasa en realidad.

Después de 69 capítulos de la serie House, me he dado cuenta de la verdad. Me están timando. En la entrada de Nunca es lupus, puse que House era una serie diferente donde las haya. Me equivoqué. Al principio si, era diferente, casos aparentemente imposibles de resolver y un Sherlock Holmes con bastón. Ahora no es nada de eso. Ahora es Anatomía de House. O al menos eso me lo parece a mí.

Porque vamos a ver, ¿desde cuándo puedes meter una relación en una serie y quitártela de un plumazo y meter otra que no viene a cuento?

Eso es lo que ha pasado con el más que conocido Hameron y Huddy. House y Cameron han estado en tensión desde el primer capítulo de la serie, cuando él le dice "te contraté porque estás como un queso", en cambio, House y Cuddy han empezado a dar guerra en el 16º capítulo de la 3º temporada, cuando ella le dice "deja de fantasear conmigo en la ducha" que no se a qué viene, puesto que Cuddy no tiene dotes adivinatorias y no sabe en lo que House piensa cuando se está duchando.

¿Qué quieren de mí? ¿Que me trague la serie sin decir nada, y vea cómo se cargan una de las parejas más bonitas de la televisión (para mí) intentando que no nos demos cuenta?

Queda un capítulo para que termine la 3º temporada. Uno solo. Y de ese capítulo dependerá si pierden una telespectadora al pie del cañón o no.

Porque si, estoy obsesionada. Porque antes me levantaba todos los miércoles a las 5 y media de la mañana para verlo mediante internet. Ahora que no puedo verlo, me levanto a las 6 para ponerlo a descargar.

Estoy empezando a pensar que no merece la pena perder sueño por unos timadores como estos.

Aunque claro, en mi decisión no influyen solo las parejas. ¿Qué es eso de sacarle medio cerebro a una persona y quedarse tan agusto? ¿O que un padre le pegue hormonas a sus hijos mediante una crema y por eso la niña, de 6 años, tiene la regla? No me lo trago. Antes quizá si. Ahora no.

Y para acabar, el grado de cabrón que tiene este hombre en el cuerpo ya empieza a ser casi irreal. Es imposible que alguien manifieste tan pocos sentimientos como lo hace el doctor House.

Se acabó. Necesitaba soltarlo. Esto es todo, amigos.